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domingo, 6 de agosto de 2023

El origen de los montes | Cuento de la Tradición Oral en la Lengua Cucapá


Cuentos y Leyendas de Mi Mexico | El Origen de los Montes

EL ORIGEN DE LOS MONTES
Basado en un cuento cucapá de tradición oral. 
Lengua: Cucapá, Baja California

Sinopsis
Cuentan los cucapás que hace muchos años, un niño y su tía derrotaron a un monstruo cercano dando origen con esto a los cerros y al río Colorado.

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Cuentan que hace muchos años en el Cerro del Águila vivía un niño con su tía. (ver al perro pinto).

Cerca de ahí vivía también un monstruo muy grande de testículos gigantes, uno rojo y uno azul.

El niño decidió un día ir a matarlo, tomó su arco y le apuntó.

Primero le reventó el huevo rojo, el agua comenzó a correr y de ahí se formó el río colorado.

Enseguida le reventó el azul y así se formaron los mares.

El animal se revolcó de dolor y persiguió al niño hasta que llegaron al Cerro del Águila mientras el niño pedía ayuda a su tía.

Wishpá sacó cerilla de su oreja, la hizo bolita y de un golpe mató al animal.

Ahí quedó y de su cabeza se formó el Cerro Prieto.

Así los cucapás hemos nombrado a todos los cerros.

domingo, 12 de febrero de 2023

Quetzalcóatl y el conejo de la luna

México.—

La vieja leyenda dice:

A Quetzalcóatl, el dios grande y bueno le gustaba ver a los hombres

Un día este bajo al mundo en su forma de hombre y ese día camino y camino, observando la hermosa tierra, sin embargo como todos los humanos se sintió cansado y con hambre pero aun así el continuo su camino para poder contemplar las maravillas de lo que el mismo había hecho. Y no vio descanso hasta que las estrellas comenzaron a brillar y la luna se asomó a la ventana de los cielos. Quetzalcóatl fatigado y hambriento decidió sentarse a la orilla del camino, a tomar el aire y a observar la luna blanca que iluminaba aquella noche estrellada.

Pero bajo la mirada al escuchar que unas ramas se movían, un conejo había salido a cenar sin temor del dios disfrazado de hombre.

Quetzalcóatl miro al conejo que se acerco al zacate y comenzó a comer de el.

-¿Qué estás comiendo?, -le preguntó el dios tratando de ver lo que estaba haciendo el conejo blanco.

-Estoy comiendo zacate. ¿Quieres un poco?

-Gracias, pero yo no como zacate.

El conejo se asombro y pregunto:

-¿Qué vas a hacer entonces?

-Morirme tal vez de hambre y de sed.

El conejito se sintió triste el dios disfrazado de hombre no podía morir de hambre pero tampoco comer zacate, se quedo pensado por un momento y despues se acercó a Quetzalcóatl.

-Mira, yo no soy más que un conejito, pero si tienes hambre, cómeme, estoy aquí.

Entonces el dios agradecido acarició al conejito y le dijo:

- Tú no serás más que un conejito, pero todo el mundo, para siempre, se ha de acordar de ti.

Y lo levantó alto, muy alto, hasta la luna, donde quedó estampada la figura del conejo.

El pequeño conejo quedo asombrado al ver su sombra en un lugar tan lejano.

Después el dios lo bajó a la tierra y le dijo:

-Ahí tienes tu retrato en luz, para todos los hombres y para todos los tiempos.

Y a partir de entonces y hasta nuestros días podemos ver en la luna la sombra de un conejo que se quería sacrificar por un hombre y recibió el regalo de un dios.